viernes, 17 de junio de 2016

Jesús elige discipulos

Un día Jesús eligó a sus doce discípulos... Eran Felipe y Bartolomé, Tomás otro Santiago, Simón, Judas y Judas Isacariote. Junto con Pedro, Andrés, Santiago, Juan y Mateo, estos doce hombres eran los mejores amigos y los principales seguidores de Jesús.




Le acompañaban a todas partes, escuchaban sus enseñanzas y observaban las cosas maravillosas que hacia. Él les contó lo que Dios le había mandado hacer.

Perdona nuestras Deudas- parábola del perdón-

Un día, Pedro preguntó a Jesús: "¿Cuántas veces he de perdonar a mi hermano cuando me ofenda? ¿Siete veces?" Jesús le respndión: "No te digo siete veces, sino setenta veces siete". Y le contó la siguiente parábola.
Parábola del perdón
Con el reino de Dios sucede como aquel rey que quiso cobrar a sus criados lo que les había prestado. Había uno que le debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey ordenó que le quitaran todo lo que tenía para saldar la deuda.
El criado se echó a sus pies y le suplicó: "¡ten misericordia de mi, te lo pagaré todo! El rey tuvo compasión, lo dejó libre y le perdonó la deuda.
Nada más salir, aquel criado encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios. Lo agarró por el cuello y le dijo: "¡Págame lo que me debes!" El compañero se echó a sus pies suplicándole: ¡ten misericordia de mi, que te lo pagaré todo!"
Pero el criado que reclamaba su dinero no quiso esperar, y consiguió que metieran en la cárcel a su compañero hasta que le pagar lo que debía.
Al verlo en prisión, los demás criados se entristecieron mucho y fueron a contar al rey todo lo ocurrido. Entonces el rey llamó al criado que había perdonado y le dijo:"¡hombre malvado!" Yo te perdoné aquella deuda entera porque me lo suplicaste. ¿no debías haber tenido compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?
En tonces, muy enfadado, el rey, ordenó que lo castigaran hasta que pagase toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial si no os perdonáis de corazón unos a otros.

José se reencuentra con su familia

El rey estaba tan complacido con José que le puso a cargo de todos los almacenes de provisiones de Egipto. Durante siete años, las cosechas fueron buenas y José se aseguró de que los cereales sobrantes fueran almacenados.